DÍA SÉPTIMO. Sábado 21 de Marzo. 03:00 h
Pasé una noche muy dolorida muscularmente hablando, dando vueltas y vueltas, pensando, imaginando, me costó relajarme.
Esta mañana me levanté directa a la ducha y mientras, pensaba cómo decírselo a mi madre.
Se levantó y vino hacia mí y entonces se lo comuniqué.
Le dije que había tenido fiebre y que tendríamos que extremar las medidas de seguridad. Se asustó y traté de calmarla, le comenté que me sentía igual que cuando tienes una gripe normal, febril y cansada, nada más.
Desde ese momento mantuvimos las distancias.
Hablamos de cómo hacer las cosas para intentar que ella no cayera enferma y de cómo nos íbamos a organizar en la casa. Hablé con el padre de mis hijas, que es enfermero y está con ellas en Aguilar de Campoo. Decidimos, después de aclarar dudas, no decir nada a nuestras hijas y esperar a ver cómo paso el fin de semana.
Mañana es el cumpleaños diecinueve de mi hija mayor y no quiero que tenga el recuerdo de que resulté probablemente positiva en el contagio de esta pandemia.
Nos pusimos las dos a limpiar y desinfectar todo, era como si hubiéramos dividido la casa en dos. Siempre trataba de que mi madre no se acongojara más, haciéndola saber que lo íbamos a hacer bien las dos.Tampoco quise hablar con nadie de mi familia. Sólo lo saben mis dos mejores amigos.
La comida la hicimos por turnos
Ella se preparó la suya y se fue al salón y luego fui yo, con guantes, una mascarilla que esta mañana nos estuvimos haciendo y me fui a mi despacho a comer.
Hoy, más que ningún día, estuve viendo las redes sociales con las publicaciones en Facebook por el Día Mundial de la Poesía, y claro, vi algo de las noticias a través de internet en mí Mac.
Dormí una buena siesta y tuve 37.7 de temperatura. Sólo deseo que sean unos días, y luego me vaya recuperando poco a poco, aunque tenga que seguir aislada de mi madre, pero encontrarme mejor.
Al final decidí ponerme en contacto con el servicio de atención telefónica para tratar los problemas del coronavirus y les llamé para exponer mi caso. Me atendieron, tomaron datos y esta tarde, una enfermera que se ocupa de hacer los seguimientos desde el centro de salud me llamó por teléfono. Charlamos, le conté mis circunstancias y asintió que era lógico considerarme positiva y habría que seguir mi evolución. Me explicó el protocolo y dijo que lo estábamos haciendo bien, mañana volverán a llamar para preguntar cómo van las cosas.
Impresionante trabajo
El que están haciendo miles de personas que están en primera línea, cuidando y ocupándose de todos los demás en el confinamiento.
Por la noche pasó mi hermana al salir de trabajar. Está en esa primera fila, atendiendo clientes en Carrefour y expuesta. Trajo lejía y alguna cosa más, que dejó en la puerta sin arrimarse y tuve que decirle lo que pasaba y le pedí que no dijera nada a la familia aún, no quería preocuparles igualmente. El tiempo y las horas irán mostrándome cómo mi cuerpo reacciona a este virus e iré tomando decisiones.