De nuevo en el Hospital del Río Hortega, para realizarme el segundo test PCR. Jueves 7 de Mayo. Día 54

Hoy por la mañana, a primera hora, debía presentarme de nuevo en el Hospital del Río Hortega, para realizarme el segundo test PCR, y esperar los resultados, con el deseo de que esta vez, fuera negativo en Covid19.

Volvió a corresponderme, la tienda de campaña número cuatro

Me levanté pronto y con tiempo, salí en mi coche, ataviada con guantes y mascarilla, como nos lo indican desde el centro de salud. Llegué al aparcamiento, y no había nadie. Seguí las instrucciones, como en la ocasión anterior. Volvió a corresponderme, la tienda de campaña número cuatro, como la otra vez.

En esta ocasión, quien me atendió, fue un hombre. Me preguntó si ya había pasado por la prueba antes, y me recordó lo desagradable que era. Le comenté que estaba preparada y que lo sabía. Procedió a realizar su recogida de muestras a través de mis fosas nasales. Fue preciso y delicado. No noté gran molestia, a diferencia de la primera vez, que salí llorando del aparcamiento.

Me deseó buen resultado y buen día. Agradecí su trabajo y regresé a casa, pensando que en esta segunda oportunidad, todo sería diferente.

Orden y limpieza y reciclaje en nuestros armarios

Al llegar a casa, pude contar a mi madre lo sucedido, y se sintió aliviada por mis comentarios en cuanto a la experiencia en esta ocasión. Después, las dos, nos pusimos a realizar tareas de orden, limpieza y reciclaje en nuestros armarios. Por lo general, tenemos demasiada ropa, acumulamos y cambiamos de un lado para otro, esperando encontrar la ocasión de lucir alguna prenda en algún momento, pero ese momento, nunca llega.

Se están preparando tormentas eléctricas en muchos lugares de España

Pudimos aprovechar el día para comer en la terraza. Intentamos no desperdiciar esas ocasiones, si el tiempo lo permite. Por las tardes, y desde hace varios días, se están preparando tormentas eléctricas en muchos lugares de España. En ocasiones, incluso, con fuertes granizadas. De hecho, a la hora en la que seguimos saliendo a nuestras terrazas o ventanas para aplaudir, es probable que llueva fuertemente. Así sucedió hoy.

Sobre las ocho y media, suelo prepararme todos los días, para salir a disfrutar de mi tiempo fuera de casa. Quizá las nubes después de la tormenta asustan, pero en mi caso, no tengo la intención de no salir, por ese motivo. He pensado, que sería muy relajante, y no me importaría en absoluto, caminar bajo la lluvia y mojarme hasta los huesos, y sentir el agua resbalando por mi cara, en el camino de vuelta a casa. Al llegar, una ducha, y como nueva.