Tengo falta de concentración y hago lo posible para que no se rompa el equilibrio

Después de las horas que paso frente a la pantalla escribiendo, entre otras cosas este diario, me doy cuenta de que tengo falta de concentración.
Me cuesta encontrar el momento idóneo de comenzar mi actividad para mantenerme en forma mentalmente.

Una vez que he realizado mis tareas esenciales de limpieza y desinfección, me dispongo a iniciar mi jornada laboral, porque así lo estoy tomando yo, como si de una jornada laboral se tratara, con la diferencia de que, esto me gusta muchísimo y no encuentro la hora de finalizar. Con un trabajo, eso es difícil.

Durante el día es incluso más complicado

Debido a la actividad del móvil principalmente. No suelo estar ni pendiente de televisión, y realmente del móvil tampoco, pero al haber estado enferma y tras la publicación de este diario, se dispararon las alertas y tuve que contestar a amigos y familiares cuando se interesaban por mi estado de salud, algo que agradezco de corazón.

Todo ello, junto con la cantidad de información que debo buscar mientras estoy estudiando sobre WordPress, la búsqueda de imágenes para trabajar en ellas, responder a mis hijas en ocasiones sobre problemas que pueden surgirles con los ordenadores y sus clases, y varias distracciones más, me hacen sentir que se me escapa el tiempo entre los dedos y no me entero. De ahí esa falta de concentración y hago lo posible para que no se rompa el equilibrio.

Mi cabeza me traiciona

Porque hay momentos en los que salta un chip, y me paralizo. Algo me trae un recuerdo una sensación, una vivencia y me sitúa en la triste realidad que vivimos y me enredo en dar vueltas durante un rato, intentando recuperar el equilibrio que por unos instantes se rompe. Equilibrio que no deseo que falle porque lo estoy manteniendo durante estos difíciles días y deseo que siga siendo así.

Supongo que a muchas personas les sucederá lo mismo. Intentar seguir en una «normalidad» que no es tal, y tratar de hacer sus trabajos o estar en casa encerrados procurando no romper un equilibrio que constantemente está sobre una cuerda floja.